¿Sabías que las rodillas son las articulaciones más grandes del cuerpo humano? Sí, así de maravillosas son… Gracias a ellas podemos estar de pie, sentarnos, saltar, caminar y correr; por si fuera poco, son las encargadas de soportar todo nuestro peso, de ahí la importancia de cuidarlas y tomar las precauciones necesarias para mantenerlas sanas y en óptimas condiciones.
Lamentablemente, estoy convencido de que la mayoría de las personas presta atención a sus rodillas sólo cuando sufren alguna lesión o molestia… Los cuidados preventivos difícilmente forman parte de nuestros hábitos cotidianos; es fundamental revertir esta situación, ya que los principales padecimientos incluyen desgaste de la rótula, problemas con los meniscos, ligamentos cruzados, artrosis o artritis. No creo que alguien quiera sufrir ninguno de éstos.
Antes de continuar, enlistaré los componentes que forman parte de las rodillas:
- Ligamentos
- Huesos
- Meniscos (hacen las veces de amortiguadores)
- Líquido sinovial (funcionan como lubricantes)
Una vez dicho lo anterior, aquí algunas recomendaciones que debemos considerar en nuestro día a día para evitar lesiones en las rodillas… No olvidemos que el paso del tiempo va dejando secuelas, y debemos contrarrestarlas.
- Rutinas de ejercicio: lo ideal es practicar actividad física dos veces por semana, al menos. De ser así, siempre deberás realizar previamente ejercicios de calentamiento y estiramiento para evitar lesiones; tus articulaciones te lo agradecerán, ya que estos movimientos favorecen la circulación y distienden los ligamentos, reduciendo la tensión y la presión. Aconsejo siempre contar con la asesoría de un entrenador, para evitar hacer movimientos equivocados o ejercicio excesivo; además, te ayudará a establecer pausas de recuperación en tus rutinas.
- Alimentación saludable: si comes sano, estarás cuidando y manteniendo tu peso, lo que a su vez garantiza el buen estado de tus rodillas. Esto debido a lo que ya establecí al inicio de este texto: las rodillas soportan todo el peso corporal, y cualquier aumento —por mínimo que sea— repercutirá negativamente en ellas.
- Atento a tu postura: evita estar demasiado tiempo sentado o de pie, ya que podría provocar una sobrecarga sobre tus articulaciones. Cambia de posición cada 15 minutos, doblando y estirando levemente tus rodillas.
- Supervisión médica: ante cualquier molestia debes acudir al médico ortopedista para descartar lesiones mayores y lograr un diagnóstico certero… Hasta que cuentes con éste, no fuerces tus rodillas o te automediques.
- Visítanos: cuento con amplia experiencia en el ramo de la ortopedia, y con gusto te atenderé. Lo más importante para mí es la persona, me interesa que te sientas confiado cuando entras a mi consultorio, que te des cuenta que lo más importante para mí durante el tiempo que estás en tu consulta eres tú; y que aún después de que haya terminado ese momento en el que me explicas tu problema y yo te ofrezco una solución, aún después tú sigues siendo importante para mí. Ten la confianza de que siempre daré lo mejor de mí, poniendo en práctica todos mis conocimientos y buscando la mejor solución para tu problema. Ten confianza en que tendrás mi compromiso absoluto.
¡Te esperamos!